Se volvió difícil decir no

Conozco a ésta persona que sale con un hombre casado porque dice que él no le ayudó a evitarlo. Soy testigo de cuantas veces se le rechazó, soy testigo de cómo él insistió y soy testigo de cómo ella accedió.

No faltará quien diga que eso es una tontería, que el que no quiere simplemente no lo hace y basta. Será que éste "ser humano" (si lo es...) no se ha dado cuenta de que se trata de una lucha interna, ya no solo con aquel que insiste, sino tambien con tu cuerpo que se llena de tentaciones y te pide a gritos, "vamos!, solo es una vez!, la última..." y tu mente que te insiste en que mantengas el control.

Pues yo, un ser humano como cualquier otro que no solo se jacte de serlo sino que lo sea sin lugar a dudas, me he visto envuelta en ese "jueguito",lo peor es que a mis veintiseis años todavía creo en aquellas llamadas que piden por una amiga, y voy y descubro que no quieren a la amiga, que buscan a la mujer.

El domingo me llama y me invita a cenar. Y luego a caminar por el parque y comienzan esas miradas que me sé de memoria y decide comenzar la terapia, comienza con pequeñas caricias en los brazos hasta llegar a las manos, las que separo casi sin pensarlo, después trata de abrazarme y a pesar de que el rechazo corporal no puede ser mas claro, decide continuar su cometido, termina robandome un beso con un fuerte abrazo y un te has metido en mi cabeza y no sé qué hacer, es tu culpa por ser tan... (cosas que ya ni vienen al caso)

La pregunta es, ¿por qué no tomar mi cartera y seguir mi vida? ¿por qué darle cabida a ese juego de manos? y más que todo. ¿por qué se volvió tan difícil decir NO?, y mas cuando esa persona ya no te interesa, y mas cuando hay alguien mas.

Al final me pidió un último beso, el cual le negué. Decide robarlo de nuevo y esta vez ... esta vez lo besé.